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Mi vecino King Kong.

En el complejo de departamentos en donde vivo tengo un vecino de apellido Rey, por lo que él mismo se auto apodo “King Kong” sospecho yo que por su cara de mono y sus músculos.


Las vecinas del barrio siempre comentan que a “King Kong” no le duran las mujeres e incluso que dos de ellas terminaron en el hospital, con sus vaginas desgarradas ya que este sujeto con cara de mono tiene una verga de proporciones pocas veces vista.

Yo estaba segura que solo se trataba de un mito y que nada era verdad de esta semejante verga, nadie la podía tener más grande que mi finado Tito, a ese sí que lo extraño o extrañaba?


Yo me entero de todo lo que pasa en el barrio ya que me las rebusco poniendo inyecciones y tomando la presion arterial a los vecinos por unos pesos, como que soy enfermera profesional.



Un buen día, se me apareció este Sr. Rey (King Kong) para que le aplicara unas inyecciones de unos antibióticos que le había recetado el médico.

Con este personaje yo no había hablado nunca, personalmente ese día me pareció un tipo muy ordinario, con un fuerte olor a transpiración, la verdad es que no me gusto nada.

Como yo le tenía que poner un inyectable en las nalgas era mi oportunidad de espiar esa tan famosa pija y sacarme la duda si era más grande que la de mi Tito.


Este negro ordinario cuando le dije que se tenía que bajar los pantalones y correr el calzoncillo, se bajo los pantalones y no tenía nada debajo, me miro de frente y me dijo:


No uso calzoncillos!!!


Yo no podía creer el tamaño de poronga que tenia esta bestia, la tenía el doble de grande que la de mi Tito, realmente tenía una verga gigante!!!


Ordinario como es, se reía de la situación y yo no podía dejar de mirar semejante trozo de carne.

Dese vuelta maleducado, ordinario, cochino, esconda esa cosa!!!


Él no paraba de reírse, muy nerviosa cargue la jeringa y le puse la inyección recetada, debía volver por otra inyección y para esa nueva inyección le di un turno especial.


Cuando volvió me parece que me vio la cara de abstinencia que yo tenía, Tito había fallecido hacia dos años, tal vez el lo savia…


“King Kong” seguía oliendo a transpiración, pero algo me atrajo en ese momento, cuando se bajo los pantalones para que le ponga la segunda inyección dejo caer esa terrible poronga, no sé que me paso, pero inconscientemente le agarre la pija con las dos manos y me la lleve a la boca y comencé a chuparle ese enorme trozo sin que me entrara toda en mi boca.

Después de un rato me anime a sentarme sobre él, aun estando muy mojada me puse un lubricante, costo que me penetrara, subía y bajaba como podía. Es muy grande esa pija!!!


Hoy “King Kong” dice en todo el barrio que es hipertenso y toma siempre el último turno del día para que le tome la tensión.

Ni bien llega a casa le chupo un poco la pija como para que se calme, luego comemos algo, vemos un rato de TV y después me coge y se va a su casa como a las 3.00 AM volviendo al otro día como todos los días desde hace un año.


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